Un mundo feliz.

1. La tecnología como control social. Los avances científicos y tecnológicos pueden ser utilizados para manipular y controlar a la sociedad, desde la reproducción artificial hasta el condicionamiento psicológico.

2. El sacrificio de la libertad individual por la estabilidad social. Se prioriza la felicidad superficial y el conformismo sobre la libertad personal, la individualidad y la búsqueda de significado profundo.

3. El consumismo como mecanismo de control. El consumo constante es fomentado como forma de mantener el sistema económico y distraer a las personas de cuestionar su realidad.

4. La supresión de las emociones profundas y el arte verdadero. El mundo distópico elimina el sufrimiento pero también las experiencias emocionales genuinas, el arte significativo y las conexiones humanas profundas.

5. La crítica a la uniformidad y la pérdida de diversidad. Las diferencias culturales, religiosas y de pensamiento han sido eliminadas en favor de una homogeneidad que facilita el control.